
Cabildo se alista para rechazar nuevamente la cuenta pública; crecen señalamientos contra Jacobo
La administración municipal encabezada por Jacobo Rodríguez enfrenta una nueva sacudida política, luego de que el Cabildo se prepara para rechazar, por tercera ocasión consecutiva, la cuenta pública correspondiente al mes de mayo. La sesión decisiva está programada para este lunes 30 de junio, y se anticipa una discusión tensa en la que saldrán a flote señalamientos que han debilitado el control del alcalde sobre su propio equipo de trabajo.
Fuentes internas del Cabildo revelan que las principales observaciones giran en torno al gasto ejercido durante la reciente edición de la Feria del Norte, donde se habría autorizado una cantidad considerable de recursos sin sustento ni justificación suficiente. La falta de claridad en contratos, pagos por servicios inflados y asignaciones discrecionales han puesto bajo la lupa al departamento de Tesorería y a la oficina del propio edil.
El escenario no es nuevo. En semanas anteriores, la cuenta pública de abril fue reprobada por la mayoría de los regidores, situación que derivó en su envío a revisión por parte de la Auditoría Superior del Estado. Ahora, con un antecedente aún sin resolverse, el rechazo de mayo se perfila como una señal de alarma más para una gestión que pierde terreno ante sus propios aliados.
Además del tema financiero, el desorden dentro del Ayuntamiento se hace evidente con la renuncia reciente de María Dolores ‘Maridol’ García a la comisaría de SIMAS. En la misma sesión del lunes se votará la terna para designar a su sucesor, en medio de acusaciones de falta de gobernabilidad, conflictos internos y decisiones tomadas a puerta cerrada.
Aunque algunos regidores han expresado su disposición a dialogar, versiones apuntan a intentos de negociación con sumas económicas elevadas para cambiar el sentido de los votos. Estas prácticas, de comprobarse, agravarían aún más la ya deteriorada percepción ciudadana sobre la administración municipal.
El alcalde Jacobo Rodríguez, que ha evitado pronunciarse abiertamente sobre los señalamientos, enfrenta ahora una crisis de legitimidad y conducción. La falta de cohesión entre las distintas fracciones del Cabildo, sumada a las presuntas irregularidades, dibujan un panorama incierto para la segunda mitad de su mandato.
La ciudadanía espera respuestas claras, no solo sobre el manejo de los recursos públicos, sino también sobre la capacidad del gobierno local para actuar con transparencia, ética y responsabilidad. El lunes, más que una votación técnica, será una prueba política crucial para una administración que camina en la cuerda floja.



