
Sepultan a 14 migrantes no identificados en el condado de Maverick
Luego de permanecer varios meses sin ser reclamados en la morgue del Centro de Operaciones de Emergencia, ubicado a 12 millas de esta ciudad, un total de 14 personas migrantes, entre ellas una niña de cinco años de origen hondureño, fueron finalmente sepultadas en el panteón del condado de Maverick en una ceremonia discreta pero profundamente significativa.
El acto fue encabezado por el juez del condado, Ramsey English Cantú, quien reiteró que, más allá de la obligación legal que tienen los condados de ofrecer entierro a indigentes y personas sin recursos, se trata de una responsabilidad moral.
“Es nuestro deber asegurar que cada persona, sin importar su origen o circunstancias, reciba un trato digno y respetuoso”, expresó el juez Cantú durante la ceremonia.
La menor, identificada como Anthonella Nazareth, fue localizada entre los restos sin reclamar y, gracias a los esfuerzos forenses, pudo ser reconocida. Las autoridades lograron contactar a su madre en Honduras, quien expresó su gratitud al saber que su hija tendría finalmente un lugar donde descansar.
El proceso de identificación fue posible gracias al trabajo de la doctora Kate Spradley y su equipo del programa Operación Identificación (Operation ID), perteneciente a la Universidad Estatal de Texas, así como al acompañamiento de la Organización de Vigilia Fronteriza, que ha acompañado múltiples casos de fallecimientos de migrantes en la frontera sur.
Cantú agradeció públicamente a ambas instituciones por su apoyo continuo y la compasión mostrada en estos procesos, que con frecuencia involucran a personas fallecidas en tránsito y sin medios para ser identificadas o reclamadas por sus familias.
Este tipo de entierros humanitarios reflejan los retos humanitarios que enfrentan los condados fronterizos ante la crisis migratoria, y al mismo tiempo subrayan la importancia de las redes de colaboración entre autoridades locales, instituciones académicas y organizaciones civiles.