Piedras Negras

Rescatan a sujeto de las aguas del río Bravo

La tarde del pasado jueves, una situación crítica se desarrolló bajo el Puente Internacional Dos. Un migrante, identificado como David y originario de Monclova, Coahuila, encontró su vida en un hilo al quedar varado en medio del río Bravo. Agarrándose con todas sus fuerzas a uno de los pilares del puente, gritaba desesperadamente por auxilio, a punto de sucumbir ante la fatiga.

Fue una mujer, cuyo nombre no ha sido revelado, quien se convirtió en el ángel guardián de David. Al notar su difícil situación, no dudó en llamar al número de emergencias 911, movilizando rápidamente a las autoridades. Su acto reflejó el sentido de humanidad que aún prevalece en situaciones críticas.

Los elementos del Grupo BETA, especializados en rescates acuáticos, llegaron rápidamente en un aerobote. Con destreza y precisión, se acercaron a donde David se aferraba con desesperación. Las maniobras fueron delicadas pero efectivas: un equipo bien entrenado que no solo entendía la urgencia, sino también la fragilidad de la vida en esos momentos.

Finalmente, lograron rescatarlo y llevarlo a tierra firme, donde lo esperaban paramédicos de bomberos. El alivio fue palpable tanto para el hombre rescatado como para los socorristas. Mientras recuperaba el aliento, David compartió su historia con los paramédicos, relatando que había intentado cruzar al lado norteamericano. Sin saber nadar, se vio obligado a aferrarse al pilar del puente, incapaz de avanzar.

Afortunadamente, las circunstancias jugaron a su favor; pese a la tensión de la experiencia y la fatiga acumulada, no presentó lesiones graves. Solo el agotamiento de un esfuerzo increíble que lo llevó a desafiar la corriente del río.

Este incidente resalta la complejidad de la migración y los riesgos que enfrentan aquellos que buscan una vida mejor. Mientras David recupera su fuerza, queda un recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia de la solidaridad entre los seres humanos.

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