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México se impone frente a Ghana con goles de Lozano y Antuna

La primera victoria de Jaime Lozano como entrenador oficial de la Selección Mexicana llegó en el tercer partido amistoso. Sí, la tercera fue la vencida y sucedió ante un rival que puso su resistencia, pero se fue extraviando en el partido, sobre todo cuando llegó el primer gol. México se impuso por 2-0, dejó un grato sabor en Charlotte ante 61 mil personas y empieza a ganar en confianza.

De inicio, el equipo que mandó Jaime Lozano también tiene mensajes claros, uno de ellos que, al menos contra Ghana su estructura de equipo se basa en jugadores concretos: Guillermo Ochoa, César Montes, Johan Vásquez, Edson Álvarez, Luis Chávez e Hirving Lozano y que hay también un respeto y/o reconocimiento a jerarquías como la de Raúl Jiménez.

Sí, el equipo de Lozano muestra algunos destellos de lo que pretende como estructura de juego, pero no lo termina de aterrizar, en parte porque hay jugadores que están lejos de un nivel óptimo, uno de ellos Luis Chávez, quien no muestra ese sentimiento que alcanzó en el Mundial de Qatar, y en varias jugadas llegó a destiempo. Otro Hirving Lozano, quien pasa más tiempo enfrascado en situaciones que no le ayudan, y cuando tiene la posibilidad de ir al encare, esa suerte que lo convirtió en un jugador desequilibrante no logra progresar, se estrella contra un muro o bien toma malas decisiones. Misma situación de Orbelín Pineda, quien una y otra vez hace una jugada extra.

Pero también hay esos casos que son gratas noticias, uno de ellos Edson Álvarez, un jugador que se convierte en periscopio y marca el pulso del equipo desde el medio campo. Jorge fue otro jugador que se mostró incisivo por su banda; mientras Montes y Johan se afianzan como los jefes de la retaguardia. Y Raúl, compite, pelea y transmite ese deseo, pero carece de parque.

El juego fue lo que se esperaba, una lucha física y con mucho esfuerzo, de choque constante. Apenas hubo aproximaciones en ambas áreas, porque Ghana replegó en demasía y tampoco se encontró con un contragolpe que era su apuesta.

México se estrelló en varias ocasiones, tuvo más tiempo el balón, pero no generó peligro, lo más cercano fue un tiro de Edson Álvarez, quien cazó un rechace, pero su tiro se fue por encima del larguero, Orbelín perdió tiempo en otra y su tiró lo bloquearon.

Sin cambios para el complemento, México empezó a crecer, ahora sí tuvo más frecuencia de juego y Érick Sánchez se perdió la primera, entró al área y tiró, pero el portero repelió. Se dio cuenta el Tricolor que era el momento para hacer daño, se avivó en el cobró de una falta, pelota para Hirving que hizo lo que mejor sabe: encaró, recortó al centro y después tiró raso, pelota al fondo al 57’, mérito total del Chucky que cuando se decide, marca la diferencia.

Fueron los mejores minutos de México, el Jimmy movió su banquillo, minutos de juego para Huerta por Lozano y para Antuna por un errático Orbelín. Uriel acarició el segundo, pero el balón se estrelló por fuera de la red. Esa dupla de cambios le dio resultado a Lozano, porque Huerta necesitó de poco para pesar en el partido, tomó la pelota, levantó la mirada y filtró un pase extraordinario para Antuna, el Brujo remató con seguridad y puso el 2-0 al 72’.

Inició el grito de “Santi, Santi” en las tribunas y el Bebote saltó al campo de juego, 20 minutos para buscar mostrarse. Edson salió y dejó su sitio a Romo en el medio campo. Gestionó el cierre del partido el cuadro nacional, que en 90 minutos tuvo algunos pasajes de apremio, pero nada que exigiera en demasía a Ochoa.

El Tricolor toma confianza, y también se demuestra que la gente que viene de atrás generará competencia. Ante Alemania es otro buen ensayo para medir futbolística y mentalmente a este equipo, por lo pronto, Jaime Lozano ya probó lo que es ganar en el banquillo del Tricolor con la etiqueta de entrenador oficial.

Con información de Agencias

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