
Piedras Negras se hunde entre baches y alcantarillas en estado deplorable
Mientras el gobierno municipal sigue vendiendo el discurso de una “nueva historia”, la ciudad enfrenta una de las peores crisis de infraestructura urbana en años. Calles destrozadas, alcantarillas abiertas y el deterioro vial generalizado son parte del paisaje cotidiano en gran parte del municipio, sin que haya respuesta eficaz por parte del Ayuntamiento.
Las recientes lluvias solo agravaron una situación que ya era crítica. Sectores como Villa Real, Año 2000, Cumbres, Mundo Nuevo, Acoros y la Zona Centro presentan un escenario de abandono absoluto: baches profundos que provocan daños a vehículos, coladeras destapadas que representan un riesgo constante para los peatones y drenajes colapsados que esparcen insalubridad y malos olores.
Vecinos de estas colonias aseguran que, pese a los reportes constantes, la autoridad municipal brilla por su ausencia. Las reparaciones, cuando las hay, son mal ejecutadas y efímeras, incapaces de resistir siquiera una ligera precipitación. La indignación crece mientras el alcalde Jacobo Rodríguez y su equipo siguen enfrascados en disputas internas y ataques mediáticos, más preocupados por cuidar su imagen política que por atender la ciudad.
En colonias como Mundo Nuevo o la Zona Centro, ciudadanos han tenido que organizarse para dejar señalamientos en baches. Es la respuesta desesperada de una comunidad que ya no confía en su autoridad. Mientras tanto, el riesgo de accidentes y enfermedades sigue latente.
La administración municipal ha demostrado una lamentable falta de capacidad operativa. Los servicios públicos están rebasados y las cuadrillas que presumen tener en campo simplemente no alcanzan a atender la dimensión del problema. El colapso es evidente: Piedras Negras se cae a pedazos mientras sus autoridades miran hacia otro lado.
El silencio oficial es también abandono
Jacobo Rodríguez ha fallado en lo más básico: mantener las calles transitables y seguras. Lo que antes eran promesas de transformación hoy son solo baches más hondos y coladeras más peligrosas. El municipio no necesita excusas ni shows mediáticos; necesita decisiones, soluciones reales y un liderazgo que se ensucie los zapatos.
Los hechos son contundentes. No se trata de percepción ni de ataques políticos: es la realidad de miles de nigropetenses que transitan entre el pavimento roto y la omisión de un alcalde que ha perdido el control y el rumbo.
Piedras Negras no merece seguir atrapada en este ciclo de abandono. La “nueva historia” prometida se escribe con asfalto dañado, alcantarillas abiertas y una ciudad cansada de esperar soluciones.