
La comunidad educativa de la Universidad Tecnológica de la Región Carbonífera (UTRC), ubicada en la Villa de San Juan de Sabinas, se encuentra en el centro de un escándalo que involucra al rector Sergio Villarreal Cárdenas, la directora Laura Luz Pérez Castro y la maestra Rosa Alicia Sonora. Este conflicto surge tras una queja interpuesta por los padres de un estudiante de la carrera de Ingeniería en Minas, quien denuncia discriminación y maltrato por parte de la docente mencionada.
El caso ha cobrado relevancia luego de que el Juzgado Tercero de Distrito concediera un amparo al alumno afectado, permitiéndole continuar sus estudios a pesar de las adversidades presentadas en la materia impartida por la maestra Sonora. Los padres del joven señalaron que la situación era crítica, ya que la calificación en dicha asignatura amenazaba con hacerle perder el cuatrimestre y obstaculizar su plan académico.
Sin embargo, la decisión del juez fue percibida como una afrenta personal por parte del rector y la maestra, quienes, según los denunciantes, han tomado represalias contra el estudiante. Los padres de familia destacan que su hijo tiene un diagnóstico de espectro autista, lo que requiere una atención y adaptación especial por parte de la institución. A pesar de esto, la UTRC se ha negado a capacitar a los docentes en temas de inclusión y adecuaciones necesarias para atender a estudiantes con estas condiciones.
La tensión ha provocado una ola de apoyo en redes sociales, donde cientos de usuarios se han manifestado en respaldo al alumno y en contra de los presuntos malos tratos por parte del personal directivo y docente. Este respaldo ha sido crucial, dado que ha permitido visibilizar una problemática que, según la comunidad estudiantil, afecta no solo al joven involucrado, sino también a otros estudiantes que podrían estar enfrentando situaciones similares.
Ante esta delicada situación, los padres del alumno han solicitado la intervención del gobernador Manolo Jiménez Salinas y de la señora Liliana Salinas de Jiménez, con la esperanza de que se tomen medidas concretas para garantizar un ambiente educativo seguro y respetuoso para todos los estudiantes de la UTRC. La situación continúa en desarrollo y se espera una respuesta oficial tanto de la universidad como de las autoridades educativas pertinentes.