La mina operada por la empresa Drumak S.A. de C.V., ubicada en el ejido El Huizache de Sabinas, fue nuevamente suspendida tras el incidente registrado la noche del lunes, cuando ocho trabajadores quedaron atrapados por más de siete horas debido a un desperfecto en el sistema de extracción conocido como tirón o malacate.
El hecho evidenció las deficiencias en las condiciones de seguridad con que opera la compañía, pues apenas hace un mes la misma unidad había sido restringida por incumplir normas elementales. Pese a ello, la empresa reanudó labores sin garantizar la seguridad de sus empleados. El área operativa se encuentra bajo la responsabilidad de Jorge Luis González, quien, según versiones locales, ya había sido señalado en ocasiones previas por la falta de supervisión adecuada.
El accidente puso nuevamente sobre la mesa la vulnerabilidad de los trabajadores mineros en la región carbonífera, donde persisten prácticas improvisadas y deficiencias técnicas que ponen en riesgo la vida humana. La suspensión temporal de actividades en Drumak S.A. no solo confirma la reincidencia de la empresa en el incumplimiento de la normativa, sino que exhibe la falta de compromiso con la seguridad laboral en una zona marcada por tragedias mineras.
Este nuevo episodio no es un hecho aislado, sino la muestra de cómo las fallas estructurales y la falta de vigilancia efectiva se convierten en una constante. Mientras la mina sigue bajo observación, el futuro de sus operaciones queda marcado por la desconfianza y la exigencia de que las autoridades no permitan que la negligencia empresarial vuelva a poner en riesgo la vida de los mineros.
