Simulación y discursos vacíos mientras la seguridad real sigue sin rumbo en Piedras Negras
Mientras el alcalde Jacobo Rodríguez continúa en su gira de «relaciones públicas» desde el jueves, la encomienda de dar la cara por la administración municipal en temas tan delicados como la seguridad recayó nuevamente en el Secretario del Ayuntamiento, Daniel Aguilar Muñoz, quien, entre bostezos de cansancio y carga de responsabilidades, encabezó una reunión con representantes de corporaciones federales, estatales y municipales.
Se trató, una vez más, de una mesa de trabajo que parece más una rutina de cortesía que una estrategia eficaz. ¿Dónde quedó la presentación de estadísticas delictivas? ¿Cómo se está midiendo el impacto real de los operativos? ¿Qué seguimiento se le da a los casos de alto impacto que han estremecido a la ciudad en las últimas semanas? De estos temas, ni una sola palabra. Solo abundaron las felicitaciones entre funcionarios, las fotos para redes sociales y los discursos reciclados sobre el “compromiso con la seguridad”.
Se presume que estos encuentros fortalecen la respuesta institucional y garantizan la paz de los nigropetenses, pero la percepción ciudadana va por otro camino: robos sin esclarecer, actos violentos sin detenidos, y fenómenos delictivos que se repiten sin que nadie los detecte a tiempo. Parece que lo único que se refuerza es el café de la sala de juntas y no la inteligencia policial.
Afortunadamente, tanto la Fiscalía General del Estado como la Secretaría de Seguridad Pública de Coahuila siguen haciendo su parte con recursos limitados y voluntad operativa. Porque si dependiera solo del ayuntamiento y sus reuniones de autoelogio, Piedras Negras no estaría ni cerca de figurar como una ciudad segura.
