
Sheinbaum cuestiona bloqueos pese a críticas por Ley de Aguas
Redacción | Ciudad de México.- Pese a la creciente inconformidad en distintos estados del país por la nueva Ley de Aguas y las fallas en materia de seguridad carretera, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que su gobierno no perseguirá a ganaderos ni transportistas por manifestarse, aun cuando el cierre de carreteras constituye un delito. Sin embargo, las declaraciones de la mandataria volvieron a encender el debate sobre la respuesta del gobierno federal ante las protestas y la desconfianza que persiste en el sector.
Durante La Mañanera del Pueblo en Palacio Nacional, Sheinbaum afirmó que existe una “malinterpretación” sobre lo dicho por la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, respecto a que bloquear carreteras es un delito. La presidenta insistió en que su administración no criminalizará las manifestaciones. “Cuando hay una manifestación que tiene que ver con asuntos políticos, sociales, de demandas, nosotros no perseguimos a nadie por manifestarse”, declaró.
No obstante, Sheinbaum cuestionó directamente el motivo de los bloqueos, al señalar que ya existe una mesa de diálogo con el gobierno federal y legisladores para revisar el contenido de la Ley de Aguas, asegurando que la intención es “que haya agua para todos”. Según la mandataria, con ese canal abierto “no hay razón para cerrar las carreteras”.
La postura oficial, lejos de tranquilizar a los sectores inconformes, alimentó nuevas dudas. Al justificar las declaraciones de Rodríguez, Sheinbaum retomó la insinuación de que podría haber intereses políticos detrás de las movilizaciones, argumento que ha sido recurrente en el gobierno federal cuando enfrenta protestas nacionales. “Preguntaron a la secretaria si era un delito cerrar las carreteras, y es un delito… pero Rosa Icela nunca planteó perseguir a nadie”, dijo.
Mientras el Ejecutivo federal niega persecución y asegura disposición al diálogo, ganaderos, agricultores y transportistas han señalado que estos comentarios buscan minimizar la gravedad de sus reclamos. Las protestas —afirman— surgen por la falta de claridad en la Ley de Aguas, el temor a afectaciones económicas y la persistente inseguridad en los tramos carreteros de varios estados.
Sobre este último punto, Sheinbaum sostuvo que “se ha reducido” el delito en carreteras, aunque reconoció que queda trabajo por hacer y aseguró que la Guardia Nacional mantiene abiertas las puertas para atender las denuncias. Sin embargo, transportistas han advertido que la realidad en las vialidades dista de los informes oficiales: robos, extorsiones y falta de presencia federal continúan siendo un riesgo cotidiano.
Mientras el gobierno insiste en que el diálogo es suficiente para evitar cierres carreteros, los sectores inconformes perciben un distanciamiento cada vez mayor entre el discurso presidencial y las condiciones reales que viven en el país, lo que augura nuevas movilizaciones en los próximos días.



