Motín y riña campal en anexo EDR deja 13 detenidos y confirma el descontrol absoluto
El anexo evangélico EDR “Nuevo Destino”, propiedad de Fernando Ruiz De la Rosa y operado por un pastor de Houston, Texas, volvió a convertirse en un foco de violencia al registrarse una riña campal que derivó en un motín y la detención de 13 internos.
De acuerdo con los primeros reportes, cinco de los jóvenes fueron asegurados por la Policía Municipal, mientras que otros ocho quedaron a disposición de la Fiscalía General del Estado, tras la intervención de más de diez patrullas que acudieron de emergencia para sofocar la confrontación.
Este episodio de violencia ocurre apenas un día después de otro enfrentamiento al interior del mismo centro, lo que confirma que el EDR opera fuera de control, sin protocolos claros, sin infraestructura adecuada y mucho menos con el personal profesional que requiere un espacio de rehabilitación.
Familias de internos insisten en que, pese a las elevadas cuotas que les exigen —hasta 15 mil pesos por ingreso y mil 250 pesos semanales—, en el lugar no hay psicólogos, médicos ni expertos en adicciones, por lo que los problemas se atienden únicamente con aislamiento y prácticas religiosas.
La reiterada violencia y las denuncias de maltrato y hacinamiento evidencian que este centro no está en condiciones de operar. El descontrol que impera en el EDR no solo pone en riesgo a los internos, sino que refleja la ausencia de regulación y supervisión de las autoridades sobre estos supuestos espacios de rehabilitación.
