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Más de un millón de personas han muerto por covid-19 en América Latina: OPS

Muchas de las personas fallecidas por covid-19 eran el sostén familiar; tras la pandemia, 16 millones de personas se sumaron a situación de pobreza.

Carissa F. Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), informó que más de un millón de personas en las Américas han muerto a causa de complicaciones por covid-19 (…) «un millón de personas con esperanzas, sueños y un futuro truncado».

“Un millón de familias en duelo, muchas sin poder despedirse, que sentirán su ausencia para siempre. Hemos perdido más personas por este virus que toda la población de muchas ciudades en la mayoría de nuestros países”, precisó.

A casi un año, el 30 de enero, de que la OMS declaró al covid-19 una emergencia de salud pública de internacional, Etienne refirió que el peso de pérdidas es incalculable y la tragedia afecta, en especial, a los trabajadores de la salud.

“A lo largo de los últimos doce meses, nuestros trabajadores de la salud han hecho extraordinarios sacrificios personales para atender a los pacientes que se han enfermado.

“Han trabajado más duro, en las circunstancias más agotadoras que nunca. Muchos han arriesgado sus propias vidas y las de sus familias para cuidar a los enfermos, y sus heroicos esfuerzos han salvado a muchos pacientes de covid”, dijo en conferencia de prensa.

“Aunque hay datos limitados, sabemos que más de un millón de trabajadores de la salud en nuestra región se han enfermado con covid-19 y al menos 4 mil, la mayoría mujeres, han muerto como resultado de la falta de capacidad para responder a esta amenaza para la salud pública”.

Salud mental, una cicatriz más 
Luego de recordar a Rosemary Costa Pinto, quien murió por la pandemia en el estado brasileño de Amazonas, la directora de la OPS refirió que otra de las cicatrices se refleja en la salud mental.

“Esta pandemia ha marcado el comienzo de una crisis de salud mental, ya que hemos sido sacudidos por el miedo, la depresión, el aislamiento y la pérdida que se agudiza especialmente cuando marcamos este sombrío hito”, precisó.

Si bien todos soportan más estrés, algunos grupos, como las personas que viven con discapacidades, trastornos de salud mental o abuso de sustancias, se han visto especialmente afectados.

Y es que la salud mental ha estado fuera de alcance. “Los datos de 29 países de nuestra región encontraron que casi todos experimentaron interrupciones en los servicios de salud mental, así como interrupciones significativas en más de una cuarta parte de los países participantes”.

En la economía, “muchas de las personas del un millón que ha fallecido, eran el sostén de familia y dependían de ellos para alimentarse y tener techo”.

“Hoy en día, 16 millones más de personas viven en la pobreza, en comparación de cuando comenzó la pandemia, y millones más corren el riesgo de caer aún más en la pobreza a raíz de este virus”.

Y como resultado, “millones de familias corren el riesgo de pasar hambre, un desafío que se complica aún más por el aumento de los precios de los alimentos”.

A casi un año, la pandemia ha traído una triple crisis en toda la región: “ha devastado nuestros sistemas de salud, ha fracturado nuestra protección social y ha desestabilizado nuestras economías”, explicó. 

La pérdida de un millón de personas a causa de este virus debería servir como un llamado urgente a que debemos hacer más para protegernos a nosotros mismos y a los demás, añadió la diplomática. 

“Hacer fuertes llamados a la acción para reforzar las medidas de salud pública que se necesitan ahora en cada uno de los lugares que está habiendo brotes.Necesitamos redoblar nuestros esfuerzos para reducir el número de nuevos casos de covid-19 y muertes posteriores”.

Chile, por ejemplo, ha bajado la curva de transmisión con la estrategia de “Residencias de Salud”, proporcionando alojamiento temporal para personas diagnosticadas con covid-19, así como de contactos cercanos y casos sospechosos o probables, que no pueden ponerse en cuarentena de manera efectiva en casa.

También refirió que el amplio acceso a las vacunas representa una forma de salir de esta pandemia, pero si bien los suministros son limitados, debemos concentrarnos en prevenir nuevas infecciones para mantener el virus bajo control.

En las Américas, más de 44 millones de personas se han infectado con covid-19, incluidos más de dos millones durante la última semana.

“En América del Norte, los Estados Unidos continúan notificando el mayor número de casos en nuestra región. México está reportando un aumento en las infecciones, y algunas regiones de ese país han triplicado los casos en las últimas semanas. También existe una creciente presión sobre la capacidad hospitalaria”.

Los sistemas de salud y de terapia intensiva están saturados por encima del 80 por ciento en diversas naciones.

Con información de Milenio

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