
Manolo refuerza la seguridad en PN; Jacobo cede tras meses de confrontación
Por Kevin Liñán | Piedras Negras, Coah.- El gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, volvió a demostrar con hechos su compromiso con la seguridad y el desarrollo de los municipios, al entregar cuatro nuevas patrullas para la Policía Municipal de Piedras Negras, como parte de una inversión estatal superior a 400 millones de pesos destinada al fortalecimiento de las corporaciones de seguridad en todo el estado.
La entrega de estas unidades no solo refuerza la capacidad operativa de la ciudad fronteriza, sino que envía un mensaje claro: el gobierno de Coahuila sigue siendo un pilar de estabilidad, coordinación y resultados tangibles, más allá de coyunturas políticas o protagonismos locales.
Un cambio de tono en la relación política
La presencia del gobierno estatal en Piedras Negras marca un punto de inflexión en la relación entre el gobernador Jiménez Salinas y el alcalde Jacobo Rodríguez, quien durante meses mantuvo una postura de confrontación y distanciamiento con el Ejecutivo estatal.
En junio de 2025, el propio Jacobo admitió públicamente la falta de comunicación con el gobernador, al grado de calificar la relación como “rota”. En aquel entonces, acusó a dependencias como la Secretaría de Educación de operar sin coordinación con su administración.
Poco después, los desencuentros se multiplicaron: en octubre, el alcalde no fue convocado a un evento estatal de vacunación y fue abucheado por ciudadanos en otro acto donde también participaba Manolo Jiménez, evidenciando el desgaste político y la pérdida de respaldo.
Manolo, con estrategia y resultados; Jacobo, con discurso y rectificaciones
Hoy, con la entrega de patrullas y el restablecimiento del diálogo institucional, es evidente que Jacobo Rodríguez tuvo que doblar las manos. La tensión política dio paso a una relación pragmática, motivada no por convicción sino por necesidad: el municipio depende del respaldo estatal para garantizar la seguridad y atender las demandas ciudadanas.
Mientras el gobernador mantiene una estrategia clara —invertir, equipar y fortalecer las instituciones—, el alcalde ha optado por una postura más conciliadora, luego de comprobar que el aislamiento político solo le restó credibilidad y capacidad de gestión.
La seguridad en Piedras Negras se ve fortalecida, sí, pero también queda en evidencia el contraste entre un liderazgo estatal sólido y operativo, y un gobierno municipal que se ha visto obligado a reconocer que los resultados no se construyen con declaraciones, sino con coordinación y trabajo.
Un mensaje político claro
La inversión de más de 400 millones de pesos en seguridad, y particularmente el apoyo directo a Piedras Negras, no solo representa una mejora en equipamiento, sino también un recordatorio de quién marca la agenda en Coahuila. Manolo Jiménez sigue imponiendo su sello de gobierno: resultados, cercanía y firmeza.
Y mientras el gobernador avanza con visión y estrategia, Jacobo Rodríguez enfrenta el costo político de haber confundido autonomía con confrontación, y de haber tardado demasiado en reconocer que la cooperación institucional es la única vía para responderle a la gente.
 
				


