
La ‘Generación Z’ toma el Zócalo
Redacción | Ciudad de México.- La Ciudad de México vive este sábado una jornada de tensión social luego de que cientos de jóvenes identificados como parte de la llamada Generación Z comenzaron a concentrarse en el Zócalo capitalino, pese al clima de descalificación y dudas que desde hace días ha planteado el Gobierno federal. La movilización, convocada principalmente en TikTok, Instagram y X, surgió como respuesta —según los propios participantes— al hartazgo por la corrupción, la inseguridad y el desgaste de las instituciones, aunque desde Palacio Nacional se ha insistido en que la marcha no es orgánica, sino un movimiento inflado por cuentas falsas y campañas digitales financiadas.
La presidenta Claudia Sheinbaum había advertido durante la semana que detrás de la protesta hay “bots”, videos generados con inteligencia artificial y una presunta operación política impulsada, según dijo, por empresarios críticos a su administración. Incluso acusó que la campaña digital habría alcanzado un costo superior a los 90 millones de pesos, señalando directamente a figuras como Ricardo Salinas Pliego y a grupos conservadores. Estas declaraciones reavivaron el antecedente de confrontación que se generó hace días, cuando Sheinbaum calificó de artificial la convocatoria juvenil y afirmó que sus detractores buscaban manipular a la opinión pública con imágenes alteradas, como videos de Palacio Nacional supuestamente incendiándose, que después se confirmó eran creados mediante IA.
A pesar de ello, este sábado la movilización arrancó con un flujo creciente de jóvenes que comenzaron a reunirse desde temprano frente a la Catedral Metropolitana y las vallas metálicas que rodean Palacio Nacional. Aunque la asistencia no es masiva como algunos pronósticos en redes sugerían, sí se observa presencia constante de grupos que ondean pancartas donde piden mayor democracia, freno a la violencia y mejores condiciones sociales, además de mensajes recurrentes en defensa del derecho a protestar. Policías capitalinos mantienen un despliegue amplio alrededor del Zócalo para contener posibles altercados, pues autoridades locales alertaron desde días previos sobre riesgos de provocadores o infiltrados.
A lo largo del día se han registrado pequeños roces entre manifestantes y policías, principalmente cuando se intentó avanzar hacia zonas acordonadas, lo que derivó en empujones y gritos; sin embargo, hasta ahora no se reportan enfrentamientos graves. En redes sociales circulan videos contradictorios: algunos muestran a jóvenes siendo encapsulados por elementos de seguridad, mientras otros reflejan una marcha pacífica con consignas y música. La narrativa digital continúa dividida entre quienes aseguran que la protesta está siendo minimizada desde el gobierno y quienes coinciden con la postura oficial de que se trata de una manipulación algorítmica amplificada por “granjas de bots”.
Aun con estas polémicas, la manifestación representa un hito simbólico: jóvenes que crecieron bajo el discurso de la 4T están cuestionando directamente a una administración que antes veía a esta generación como aliada natural. Aunque Sheinbaum insiste en que la marcha es un montaje político, la presencia de jóvenes en el Zócalo habla de un fenómeno que no puede descartarse solo como ruido digital. Este es apenas un primer capítulo, pero deja claro que, real o inflada, la inconformidad juvenil ya salió de las pantallas para ocupar el epicentro político del país. Si la respuesta oficial sigue basándose en señalar adversarios en lugar de escuchar reclamos, el distanciamiento entre el gobierno y la nueva generación podría profundizarse en las próximas semanas.



