Jacobo paga avión privado para traer a Noroña
Un vuelo con costo de más de 280 mil pesos.
Piedras Negras, Coah.- Por tierra o por aire, la austeridad parece no aplicar cuando se trata del senador morenista Gerardo Fernández Noroña, quien realizó una gira por Coahuila a bordo de un avión privado, con un costo estimado de más de 280 mil pesos.
El polémico legislador recorrió Torreón, Ciudad Acuña y Piedras Negras durante el fin de semana, presentando sus llamadas “Asambleas Informativas A Ras de Tierra”, aunque su medio de transporte fue todo menos terrenal. En un Socata TBM850, una de las aeronaves ejecutivas más lujosas del mercado, Fernández Noroña fue visto descendiendo en el aeropuerto de Piedras Negras acompañado de los morenistas Shamir Fernández y “Pily” de Aguinaga.
El detalle que más ha llamado la atención no es solo la ostentación del vuelo, sino que, según trascendió, la visita fue financiada en parte por el propio alcalde de Piedras Negras, Jacobo Rodríguez, quien buscó el respaldo político del senador en medio de las recientes crisis y señalamientos legales que enfrenta su administración.
El costo del viaje, calculado en más de 14 mil dólares por seis horas de vuelo más una pernocta, contrasta directamente con el discurso de austeridad que promueve Morena y la presidenta Claudia Sheinbaum, quien en reiteradas ocasiones ha condenado el uso de aeronaves privadas por funcionarios públicos.
La imagen de Noroña bajando de un avión de lujo mientras defiende la “humildad y el poder del pueblo” no solo evidencia la contradicción del discurso morenista, sino también la desesperación política de quienes lo convocan. En el caso de Piedras Negras, la visita fue más que simbólica: un intento de Jacobo Rodríguez por blindarse con el respaldo del ala dura de Morena, mientras enfrenta conflictos sindicales, demandas laborales y una creciente inconformidad ciudadana.
Así, mientras la ciudad lidia con problemas de agua, obras detenidas y derrotas legales, el alcalde apostó —literalmente— por los aires para traer apoyo político a su causa. Pero en tiempos donde la incongruencia se mide en altura, ni el vuelo privado de Noroña ni la factura que dejó a su paso parecen aterrizar bien entre los ciudadanos.
