Las recientes extracciones extraordinarias de agua en la presa La Amistad, ubicada en Ciudad Acuña, han generado preocupaciones significativas entre las autoridades de Coahuila y la población local. Especialmente alarmante es el hecho de que esta medida podría afectar de manera directa el suministro de agua potable para miles de ciudadanos en el norte del estado, particularmente en los municipios de Acuña y Piedras Negras, que son considerados los más vulnerables ante el operativo de trasvase en curso.
Los datos oficiales indican que la presa se encuentra actualmente con solo un 12% de su capacidad total, lo que ya de por sí plantea un panorama desolador. Desde el pasado domingo 7 de abril hasta el 23 de abril, se ha autorizado un incremento en la extracción de agua, pasando de 18 a 120 metros cúbicos por segundo. Esta decisión responde a los compromisos establecidos en el Tratado de Aguas de 1944, firmado entre México y Estados Unidos, que permite transvasar agua para garantizar el suministro de ambos países.
La importancia de estos hechos en la región norte de Coahuila no puede subestimarse. Las escasas reservas hídricas obligan a las autoridades a contemplar serias repercusiones en el abastecimiento de agua potable durante los próximos meses, especialmente con la llegada de la temporada de calor, cuando la demanda se incrementa. La situación se complica aún más por las condiciones climáticas adversas que están afectando la recarga de acuíferos y fuentes naturales de agua.
Además, los problemas asociados al desabastecimiento podrían impactar en la agricultura, la industria y en la calidad de vida de los habitantes. Ante este escenario crítico, las autoridades locales están convocando a la población a hacer un uso responsable del agua y están evaluando estrategias para minimizar el impacto del trasvase en la disponibilidad de este recurso vital. La comunidad espera que se tomen medidas efectivas que salvaguarden su derecho al acceso al agua potable.
