
En defensa propia: Menera enfrenta críticas marcada por la descoordinación y falta de resultados
La mañana de este viernes, el alcalde Jacobo Rodríguez volvió a abrir los micrófonos de sus ya conocidas “Conferencias Matutinas”, mejor conocidas como “Mañaneras”, siendo en esta ocasión el turno del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (SIMAS) de Piedras Negras. Ante una sala expectante y con múltiples señalamientos acumulados en semanas recientes, Lorenzo Menera, gerente del organismo, compareció con un discurso extenso, débil en estructura y carente de respuestas concretas.
Con una duración de dos horas y cuarenta minutos de la conferencia matutina, la exposición de Menera Sierra intentó defender la operación del SIMAS, argumentando que recibió una dependencia colapsada y con graves deficiencias técnicas desde el primer día que asumió el cargo. Sin embargo, la justificación se quedó corta ante el evidente desorden discursivo, plagado de generalidades, excusas y pocos resultados visibles.
Durante su intervención, el funcionario detalló situaciones de fugas, drenajes colapsados y condiciones irregulares en las plantas potabilizadoras, pero sin respaldar sus dichos con cifras ni planes concretos de solución. Entre las justificaciones más cuestionadas, destacó la afirmación de que “se trabaja hasta donde los trabajadores lo hacen”, deslindándose parcialmente de la responsabilidad operativa.
Uno de los momentos más tensos fue cuando se abordó la reciente destitución del subgerente operativo Ricardo Aguirre. Menera aseguró que la decisión se tomó tras un profundo análisis, señalando que la Planta Potabilizadora No. 2 —clave en el abastecimiento de agua para la ciudad— fue ignorada sistemáticamente por Aguirre, aun cuando presentaba fugas y condiciones críticas desde enero. La acusación, directa y sin matices, evidenció el estilo confrontativo del gerente y dejó entrever una administración dividida y carente de dirección estratégica.
Además de la poca claridad técnica, la falta de comunicación entre la Presidencia Municipal y la gerencia del SIMAS fue una sombra constante durante toda la comparecencia. En semanas recientes, diversos medios locales han documentado una fractura institucional entre Jacobo Rodríguez y Menera, derivada de decisiones unilaterales, desconfianza mutua y una clara desconexión en el manejo de la crisis hídrica que enfrenta Piedras Negras. Incluso el alcalde ha retirado su firma mancomunada en los cheques del organismo como medida de prevención ante el mal manejo operativo.
A la par, se ha hecho público que decisiones como la remoción de Aguirre o el manejo de fugas han sido ejecutadas sin el conocimiento previo del Ayuntamiento, lo que ha encendido las alarmas sobre una gestión paralela sin supervisión política o técnica.
La ciudadanía, mientras tanto, sigue lidiando con fugas sin atender, drenajes colapsados y un suministro irregular que afecta a decenas de colonias diariamente. La exposición de esta mañana dejó más preguntas que respuestas, y reafirma que, más allá de los discursos, el verdadero problema está en la falta de coordinación y liderazgo entre quienes hoy tienen en sus manos la responsabilidad de garantizar el derecho al agua en Piedras Negras.
La crisis no solo es técnica: es también política, institucional y de confianza. Y mientras los actores se enfrentan públicamente, los ciudadanos continúan siendo los principales afectados.