Piedras Negras

Entre obras y discursos, pero sin un plan conjunto que fortalezca al SIMAS

El alcalde Jacobo Rodríguez volvió a colocar al Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (SIMAS) en el centro de su discurso, asegurando que su administración ha invertido 74 millones de pesos en lo que califica como una cifra “histórica”. No desaprovechó la oportunidad para comparar con gobiernos anteriores: 40 millones en la pasada administración y cero en la de Claudio Bres, según sus propios datos. Sin embargo, más allá de los números, el trasfondo sigue siendo el mismo: no existe un plan integral que dé certeza sobre la operación y el futuro del organismo.

Rodríguez enlistó las principales obras realizadas: la introducción de una línea de seis kilómetros para Praderas y San Carlos, la construcción del tanque en la colonia Doctores, la compra de bombas para cárcamo y potabilizadora y el cambio de colectores. Todas presentadas como avances necesarios, pero con la promesa de que “en su momento” se darán a conocer estudios y cálculos que aún no se muestran con claridad. La narrativa parece centrarse más en la comparación política que en resolver de fondo la crisis del agua.

Cuando fue cuestionado por la prensa sobre la profesionalización del personal en el SIMAS, el alcalde repitió el libreto conocido: el organismo debe estar en manos de gente preparada, pero nuevamente trasladó la responsabilidad al gerente, Lorenzo Menera. Y sobre las críticas en redes sociales hacia éste, Rodríguez prefirió guardar silencio, evitando confrontaciones que solo prolongan el desencuentro entre ambos.

El propio edil reconoció sentirse impotente al no tener control total sobre el organismo, a pesar de que este genera 250 millones de pesos al año. Esa “impotencia”, sumada al silencio de Menera, muestra un panorama preocupante: un alcalde que presume inversiones sin una estrategia clara y un gerente que parece reaccionar únicamente ante los colapsos del sistema. Mientras tanto, la ciudadanía continúa padeciendo las fallas constantes del servicio.

Finalmente, el discurso de inversiones históricas puede llenar conferencias y titulares, pero sin un plan sólido y un trabajo conjunto, difícilmente el SIMAS logrará responder a la magnitud de las demandas de una ciudad que ya no se conforma con promesas ni con cifras que poco reflejan la realidad en las colonias.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba