
Constellation Brands se suma a la ola de despidos en el norte de Coahuila
La incertidumbre laboral que golpea a la región norte de Coahuila sigue creciendo. Tras los recortes recientes en empresas como Fujikura y Rassini en Piedras Negras, ahora la planta de Constellation Brands en Nava también se encuentra en el centro de la polémica por los despidos que se irán registrando paulatinamente, aunado a la baja en su producción.
Lo más llamativo ocurrió durante la sesión del Consejo de Vinculación Escuela-Empresa, donde el gerente de la cervecera, identificado como Nacho Burgos, abandonó el recinto para evadir a los medios de comunicación que lo cuestionaban sobre el número real de trabajadores despedidos y el impacto en la operación. Su huida no hizo más que confirmar lo que los empleados y la comunidad ya sospechaban: la falta de transparencia en torno a la situación que atraviesa una de las industrias más importantes de la región.
A la par, Vidriera y varias empresas proveedoras de la cervecera también han anunciado recortes, lo que agrava la crisis de empleo. Fuentes locales estiman que, entre todas las compañías de la zona, se han perdido más de cuatro mil puestos de trabajo en lo que va del año, golpeando directamente la economía de miles de familias.
El panorama se complica con factores externos. Constellation Brands enfrenta presiones internacionales por aranceles aplicados a la cerveza y al acero, lo que amenaza con reducir hasta en 25 por ciento sus ganancias, y obliga a la compañía a ajustar costos internos, casi siempre a costa de los trabajadores.
La falta de claridad del gerente de la planta frente a esta crisis deja un mensaje preocupante: no hay voluntad de rendir cuentas ni de ofrecer certidumbre a la comunidad. Y mientras los números oficiales se ocultan, la realidad es evidente en las calles: familias sin empleo, comercios resentidos por la caída en el consumo y un futuro cada vez más desalentador para municipios como Nava, Piedras Negras y los que dependen de la cadena productiva de la cervecera y sus proveedoras.
Al cierre de 2025, el norte de Coahuila enfrenta un panorama oscuro. Si las grandes empresas siguen recortando personal sin asumir responsabilidades, la región que alguna vez se proyectó como motor de desarrollo industrial corre el riesgo de convertirse en un foco rojo de desempleo y rezago económico.