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Texas

Cierran temporalmente puente internacional ante caos migratorio en Acuña-Del Río

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) informó este viernes que cerrará temporalmente el puerto de entrada de Del Río, en Texas, y redirigirá el tráfico hacia Eagle Pass, ubicado a unos 89 kilómetros al sureste.

El CBP aseguró en un comunicado que la medida es necesaria para poder responder a las necesidades urgentes de seguridad y protección presentadas por una gran afluencia de migrantes, principalmente provenientes de Haití.

“Promoverá y protegerá los intereses nacionales y ayudará a garantizar la seguridad del público que viaja, el tráfico comercial y los empleados e instalaciones del CBP”, sostuvo la institución.

Haitianos acampando bajo un puente de Texas siguieron las instrucciones que circularon por WhatsApp para llegar allí, según una docena de migrantes que dijeron que los consejos que llegaron a sus teléfonos les ayudaron a evadir los controles de las autoridades mexicanas.

Más de 10,000 migrantes, la mayoría de ellos haitianos, estaban desde el viernes durmiendo en el suelo en un precario campamento bajo el puente internacional de Del Río, que conecta Ciudad Acuña, en México, con Del Río, en Texas, con la esperanza de solicitar asilo en Estados Unidos.

El rápido crecimiento del campamento -al menos 2,000 personas llegaron ahí sólo el jueves- ha suscitado preguntas sobre el motivo por el que los grupos convergen en Del Río específicamente.

En entrevistas, haitianos dijeron que comenzaron su viaje en Sudamérica, donde habían estado viviendo algún tiempo en condiciones difíciles.

Mostraron a Reuters varias guías que habían seguido en sus teléfonos -algunas sólo listas de ciudades mexicanas y otras instrucciones detalladas sobre los autobuses que debían tomar- que culminaban junto al Río Grande en Del Río, Texas.

James Pierre, de 28 años, compartió una lista de WhatsApp de 15 paradas a través de México -que comienza en Huixtla, Chiapas, fronterizo con Guatemala, y termina en Ciudad Acuña, Coahuila, cercano a la frontera con Estados Unidos- que, según dijo, circulaba entre los migrantes haitianos.

“Los que iban delante mandaban direcciones por teléfono. Yo ayudé a gente que venía detrás”, dijo Pierre. Aun así, dijo que se perdió durante días en las montañas y que sobrevivió con poco más que agua y fruta.

Una imagen compartida por un migrante que llegó el viernes incluía instrucciones detalladas sobre rutas de autobuses a través de México, incluyendo las terminales en las que había que bajarse y dónde comprar los pasajes. Varios otros haitianos dijeron que habían recibido las mismas instrucciones.

Las instrucciones decían: “Estas son las rutas en las que no se les pedirá ningún documento al comprar pasajes”.

Grupos de haitianos y otros migrantes frustrados por la larga espera para obtener documentos para viajar intentaron emprender el viaje desde el sur de México hacia el norte en caravanas hace semanas.

Sin embargo, esos grupos fueron desarticulados por fuerzas de seguridad que, en algunos casos, desplegaron una violencia excesiva. Un video que circuló ampliamente en redes sociales mostró a agentes migratorios mexicanos golpeando a un migrante. Días después fueron suspendidos.

Funcionarios fronterizos de Estados Unidos han estado lidiando con un creciente número de cruces de migrantes. Según las cifras, han alcanzado máximos de 20 años a lo largo de la frontera con México, superando los 195,000 en agosto.

ABANDONANDO SUDAMÉRICA
Muchos de los haitianos entrevistados por Reuters dijeron que solían vivir en América del Sur, a menudo en Brasil o Chile, pero decidieron seguir adelante porque no podían obtener un estatus legal allí o batallaban por conseguir trabajos decentes.

Algunos también dijeron que se sintieron animados por videos que vieron en redes sociales sobre cómo obtener asilo en Estados Unidos.

Su patria caribeña ha estado plagada durante mucho tiempo por la inestabilidad económica y política y repetidos desastres naturales. El presidente de Haití fue asesinado en julio y un mes después el país fue golpeado por un terremoto de magnitud 7.2 y una poderosa tormenta.

El haitiano Alexandro Petitfrere, de 30 años, recordó que cuando decidió en julio dejar atrás una vida difícil como trabajador de la construcción en Brasil, lo hizo con la esperanza de que México pudiera ser un mejor hogar.

Pero Petitfrere dijo que oficiales de la policía le robaron 100 dólares cuando cruzaba hacia Tapachula, en el sur del país, en agosto. Reuters no pudo confirmar su acusación.

Agregó que tuvo que pasar las noches haciendo filas para obtener un permiso para permanecer en el área, no pudo encontrar trabajo, luchó para pagar un alojamiento y dijo que había una discriminación desenfrenada contra los haitianos.

“Si México me hubiera dado una oportunidad, me hubiera quedado. Pero como nos maltrataron, decidí venir aquí”, añadió.

Con información de Reuters

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