Honran a maestra asesinada en Uvalde y a su esposo
Familiares, amigos y dolientes se reunieron este miércoles en una Iglesia en Uvalde, Texas, para despedir a la maestra Irma García, quien fue asesinada la semana pasada en la Escuela Primaria Robb, y a su esposo Joe, que murió dos días después de un ataque al corazón.
Además de García, en el ataque en la primaria murieron 19 niños de cuarto grado y otra profesora, Eva Mireles, cuando Salvador Ramos, un hombre de 18 años, irrumpió en su salón de clases y disparó con un rifle de asalto.
Desde el lunes, los familiares de las víctimas comenzaron con funerales y entierros que se extenderán hasta mediados de junio.
Este miércoles, la Iglesia Católica del Sagrado Corazón, dos carrozas fúnebres negras que llevaban los ataúdes del matrimonio García llegaron en una procesión encabezada por policías y motociclistas civiles.
Los dos féretros, cubiertos con flores y mantas de color blanco, fueron cargados por voluntarios vestidos de azul y con una flor blanca en la bolsa de la camisa. Les acompañaban policías con uniforme de gala y sacerdotes con túnicas blancas.
Durante la misa, en la que algunos asistentes sollozaban, el Arzobispo Gustavo García-Siller agradeció la dedicación de Irma García. A lo largo de su homilía, enumeró varias veces los nombres de los estudiantes asesinados.
«Porque estabas allí con ellos», dijo. «Hiciste lo que habrías hecho con tus propios hijos. Los cuidaste hasta tu último aliento».
Irma, de 48 años, tenía casi 23 años como maestra en la Primaria Robb. En una carta publicada en el sitio web de la escuela al comienzo del año escolar, García les dijo a sus alumnos que ella y Joe tenían cuatro hijos: un infante de Marina, otro en la universidad, otro en secundaria y uno más en séptimo grado.
La mayoría de las lecturas durante la misa del miércoles y la homilía fueron en inglés, pero García-Siller dijo algunas palabras en español para su audiencia mayormente con orígenes latinos.
«Todos estamos sufriendo», dijo. «En medio de tanto, por favor, por favor la gente necesita consuelo, la gente los necesita… Fomentemos todos una cultura de paz».
Joe, de 50 años, colapsó y murió después de dejar flores en el memorial de su esposa afuera de la primaria. El 28 de junio, la pareja habría cumplido 25 años juntos. Su obituario señaló que Joe e Irma «comenzaron su relación en la escuela secundaria y floreció hasta convertirse en un amor hermoso y amable».
El martes por la tarde, cientos de personas acudieron a despedir a Amerie Jo Garza, una sonriente estudiante de cuarto grado cuya misa fúnebre fue la primera desde la masacre. El funeral de Maite Rodríguez, de 10 años, fue el martes por la noche.
Con información de AP
