Capitaliza Jacobo errores de Menera y prepara terreno para su salida de SIMAS
El alcalde de Piedras Negras, Jacobo Rodríguez, supervisó este martes la conexión del último tramo del colector frente a Labasa, obra que, según aseguró, fue concluida en tiempo récord gracias al trabajo coordinado del personal de Obras Públicas y bajo la dirección técnica de colaboradores cercanos a su administración. Más allá de la supervisión, el recorrido dejó entrever un trasfondo político: Rodríguez aprovechó la exposición pública de los errores de Lorenzo Menera, gerente general de SIMAS, para proyectar la capacidad de su propio equipo frente a las deficiencias del organismo operador del agua.
El edil no dudó en elogiar el desempeño del arquitecto Gibrán González y del ingeniero Aguirre, dejando fuera de los créditos a Menera, quien en las últimas semanas se ha visto rebasado por la crisis generada tras el colapso de la obra de cambio de drenaje en el bulevar Mendoza Berrueto. Dicho incidente provocó un socavón y abrió una serie de señalamientos por presunta malversación en compras públicas, debilitando aún más su posición dentro de la dependencia.
La oportunidad para su posible destitución se presentaría este miércoles, durante la sesión de Cabildo en la que se reconfigurará el Consejo de SIMAS con la incorporación de tres nuevos consejeros, lo que alterará la correlación de fuerzas internas. Fuentes del Ayuntamiento señalan que este cambio facilitaría la votación para remover a Menera, decisión que el alcalde no vería con malos ojos en medio de un creciente desgaste político para el funcionario.
Entre las críticas que enfrenta Menera, destaca la revelación de que SIMAS adquirió arena y caliche a una empresa registrada en Nayarit, pese a que dichos materiales pueden conseguirse en la región. El gerente intentó justificar la compra asegurando que la compañía sería local, pero no pudo precisar su ubicación. Con este cúmulo de errores, la administración de Rodríguez parece estar configurando el escenario ideal para concretar una remoción que, de producirse, cerraría un ciclo de desencuentros y cuestionamientos sobre la operación del organismo.
