
Automóviles de lujo custodiados generan dudas sobre el actuar de la Municipal
Redacción | Piedras Negras, Coah.– La presencia de dos automóviles de alta gama, tipo Porsche, observados durante el fin de semana y presuntamente acompañados por unidades de la Policía Preventiva Municipal, generó cuestionamientos y suspicacias que llegaron este lunes hasta la conferencia matutina del Ayuntamiento, donde el tema fue abordado sin que inicialmente se ofreciera una explicación clara.
Durante la llamada “mañanera”, se reconoció que no existía información oficial sobre el motivo del resguardo de los vehículos ni sobre si se trataba de un cateo, un aseguramiento o un operativo especial. La falta de datos concretos alimentó la incertidumbre pública, ya que, de acuerdo con los propios protocolos, cuando se trata de acciones encabezadas por la Fiscalía o autoridades federales, la Policía Municipal únicamente participa delimitando perímetros de seguridad, sin conocer propietarios, causas ni alcances de las diligencias.
Esta situación abrió el debate sobre si el acompañamiento visible de los automóviles correspondía a un procedimiento formal y bajo qué cadena de mando se habría dado, pues tampoco se tenía claridad sobre qué autoridad encabezó la operación ni quién ordenó el presunto resguardo. Incluso se puso sobre la mesa la diferencia entre un perímetro de seguridad y una cadena de custodia, figuras que legalmente no son equivalentes y que implican responsabilidades distintas.
Minutos más tarde, tras recibir nueva información, el secretario del Ayuntamiento aclaró que, de manera extraoficial, se confirmó que la Policía Municipal no tuvo participación alguna en el hecho. Según el mensaje recibido, los vehículos formaban parte de una operación vinculada a una exportación y la custodia habría estado a cargo de una corporación federal recientemente creada y dependiente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
No obstante, el episodio dejó más preguntas que respuestas. La imagen de patrullas municipales en las inmediaciones, aun sin intervención directa, volvió a evidenciar la falta de comunicación oportuna hacia la ciudadanía y la prensa, lo que contribuye a la percepción de opacidad en operativos donde están involucrados bienes de alto valor.
Aunque la autoridad municipal negó finalmente cualquier participación, el caso puso nuevamente bajo la lupa la coordinación entre corporaciones y la necesidad de informar con claridad para evitar interpretaciones que cuestionen el actuar policial. En un contexto donde la confianza ciudadana es frágil, la ausencia de explicaciones inmediatas termina por sembrar dudas que, aunque después se intenten aclarar, ya han generado ruido en la opinión pública.



