
Abandona Jacobo a su gente en SIMAS; reacomodos continúan bajo presión de Menera
El arranque del segundo semestre del año trajo consigo una nueva sacudida dentro del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (SIMAS) de Piedras Negras, con la destitución del ingeniero Ricardo Aguirre Flores como subgerente operativo, una decisión que confirma el distanciamiento del alcalde Jacobo Rodríguez con el equipo que él mismo integró en el organismo.
La notificación oficial fue emitida el martes 1 de julio, dejando fuera a uno de los perfiles técnicos cercanos a la administración municipal, lo que ha generado comentarios sobre un posible abandono político por parte del edil hacia colaboradores de confianza que, hasta hace poco, formaban parte de su estructura operativa.
Esta salida no es un hecho aislado. En apenas dos meses, el SIMAS ha registrado tres cambios de fondo en su organigrama, todos en áreas clave. El primero ocurrió el 1 de mayo, con el despido de Lizeth Cristina Salas Valenzuela como subgerente administrativa. Su lugar fue ocupado por Elvia Raquel Gómez Peña, tras una sesión del Consejo Directivo que también incluyó fuertes observaciones hacia el desempeño de la entonces comisaria del organismo.
Dichas observaciones culminaron el 16 de mayo, cuando María Dolores García presentó su renuncia en medio de críticas relacionadas con deficiencias en los controles de gastos y adquisiciones, así como la omisión en el seguimiento de proveedores no registrados. Su salida coincidió con la publicación de un informe técnico que detallaba anomalías financieras y administrativas de carácter delicado.
Los movimientos no se entienden sin la figura de Lorenzo Menera, ex presidente del Consejo de SIMAS, quien ha intensificado sus señalamientos públicos hacia el manejo interno de la paramunicipal. Su presión, directa o indirecta, parece haber detonado decisiones que han transformado la estructura del organismo en apenas semanas.
Así, la salida de Aguirre Flores se convierte en una nueva ficha dentro de un tablero donde las decisiones ya no responden únicamente a criterios administrativos, sino a una pugna de poder que sigue dejando bajas dentro de una estructura que se prometía técnica, pero hoy luce fragmentada y en permanente reacomodo.