Piedras Negras

‘Quería aventarme dos en un solo tiro: Menera lanza amenaza velada sobre continuidad de Subgerente de Agua

En una nueva muestra de descontrol y liderazgo errático al frente del SIMAS Piedras Negras, el gerente general Lorenzo Menera volvió a encender los ánimos con declaraciones que revelan su intención directa de remover a los mandos operativos que aún quedan dentro del organismo, incluyendo al actual subgerente de Agua, el ingeniero Carlos Esquivel.

Durante su participación en la más reciente Mañanera, Menera reconoció abiertamente que, al analizar la problemática interna del SIMAS, consultó con “todos los expertos”, menos con Esquivel. Con un tono burlón y fuera de toda institucionalidad, admitió que su objetivo era aprovechar el momento para “aventarse dos en un solo tiro”, aludiendo no solo a la ya consumada destitución de Ricardo Aguirre, sino también a la posible salida de Esquivel.

“Y le dije al ingeniero Esquivel: ¿puedes con esto? Y le pregunté a Masías: ¿crees que podamos hacerlo sin una persona con amplia experiencia?”, narró el gerente ante medios y funcionarios, en lo que muchos interpretaron como una amenaza disfrazada de autocrítica.

Más allá del lenguaje coloquial e informal con el que abordó un tema tan delicado, lo que queda claro es que Menera Sierra no confía en su equipo operativo y que está decidido a arrasar con toda figura técnica que no cumpla con sus estándares, mismos que aún no ha sido capaz de demostrar con resultados tangibles.

Aseguró también que “vamos a darle muy duro” al evaluar el desempeño de los ingenieros que aún permanecen dentro del SIMAS, dejando entrever una presión institucional que podría generar una parálisis técnica aún mayor.

La salida de Ricardo Aguirre —que también justificó una vez más en su “alta exigencia”— no ha resuelto los problemas de operación del sistema ni ha mejorado la percepción pública. Por el contrario, sus declaraciones han evidenciado una estrategia personalista, carente de visión estructural y marcada por conflictos internos.

Con un organismo operador del agua colapsado, fugas sin resolver y plantas operando al límite, la ciudadanía no necesita amenazas disfrazadas de liderazgo ni purgas internas con fines políticos. Lo que se exige es capacidad, coordinación y resultados.

Lorenzo Menera, sin embargo, parece más enfocado en eliminar obstáculos internos que en resolver el verdadero problema: un SIMAS sin rumbo, sin confianza y con una crisis operativa que ya rebasó a quienes están al frente.

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