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Alargan en Estados Unidos juicio contra García Luna

Cumple hoy un año preso en Estados Unidos acusado de proteger al Cártel de Sinaloa

Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, cumple hoy un año preso en Estados Unidos, acusado de proteger al Cártel de Sinaloa, sin que exista aún fecha probable para el juicio en su contra.

El mando policiaco en los sexenios de Vicente Fox y de Felipe Calderón fue detenido sorpresivamente por agentes federales el 9 de diciembre de 2019, cerca del Aeropuerto de Dallas, Texas, con una orden girada por la Corte para el Distrito Este de Nueva York en Brooklyn.

Un año después, García Luna está aislado en el Centro Metropolitano de Detención de Nueva York, donde su abogado, César de Castro, no ha podido revisar con él las pruebas del caso desde el 28 de octubre, por un brote de Covid-19.

La Fiscalía ha bombardeado a la defensa con 955 mil páginas de pruebas, entre ellas intercepciones de comunicaciones, registros financieros e inmobiliarios, contenidos de los dispositivos personales de García Luna y declaraciones de testigos colaboradores, cuyas identidades pidió a la Corte poner bajo sello por temor a represalias.

En paralelo, está pendiente que las partes litiguen el tema de la clasificación de documentos con información confidencial, pero en una carta del 4 de diciembre al juez Brian Cogan, la Fiscalía advirtió que «tomará varios meses» resolver la cuestión.

Mientras tanto, García Luna, de 52 años de edad, seguirá preso, sin perspectiva alguna de lograr su libertad bajo fianza, misma que fue rechazada tres veces por diferentes jueces que consideran que representa alto riesgo de fuga.

García Luna había vivido en Estados Unidos desde finales de 2012, cuando dejó de trabajar en el Gobierno mexicano. Contaba con residencia permanente (green card), y tramitaba su nacionalización para convertirse en ciudadano de un país al que viajó 280 veces entre 2002 y 2019.

El 4 de diciembre de 2019, la Fiscalía lo acusó de tres cargos de conspiración para narcotráfico y uno de falsedad en su trámite de naturalización, y lo señaló por recibir «sobornos millonarios» en el periodo 2006 a 2016, cuando era titular de la SSP, sin que a la fecha se conozca el monto de la fortuna presuntamente acumulada por el ex funcionario.

Pero el 30 de julio, la situación de García Luna se agravó, pues la Fiscalía le agregó el cargo de empresa criminal continua, uno de los más graves de la legislación estadounidense, que acarrea pena mínima de 20 años de cárcel, y también reveló acusaciones contra sus dos principales ex subordinados, Ramón Pequeño y Luis Cárdenas Palomino.

Para sustentar la acusación de empresa criminal, los fiscales mencionaron que protegió el traslado de seis cargamentos de cocaína asegurados entre mayo de 2002 y septiembre de 2008, que sumaron 42 mil 945 kilos.

En ese periodo, García Luna fue jefe de la Agencia Federal de Investigación de la entonces PGR, y a partir de diciembre de 2006, titular de la SSP.

La estrategia de la Fiscalía es desgastar a García Luna y orillarlo a declararse culpable de un cargo de narcotráfico, por el que la pena podría ser de sólo diez años de cárcel, evitando el riesgo del juicio con jurado, donde podría ser condenado por todos los cargos.

En México, García Luna enfrenta desde noviembre orden de aprehensión por enriquecimiento ilícito de 27 millones de pesos, delito de prisión preventiva forzosa.

Si bien su extradición ya fue solicitada, sería inusual que Estados Unidos lo entregue antes de que se le dicte sentencia en la corte de Brooklyn.

Con información de Reforma

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